viernes, 17 de diciembre de 2010

EL TESORO DE LOS PEREGRINOS

Senda de los peregrinos en las cercanías de la hermita de Sant Miquel (Llucena)

En agosto de 2007 un terrible incendio forestal calcinó más de 5.500 Ha de pinares, matorrales y carrascales en los términos municipales de les Useres, Llucena i Atzeneta, en la comarca castellonense de l'Alcalaten. Es precisamente por estos mismos lugares donde tiene lugar una de las peregrinaciones/rutas más antiguas y bellas de nuestro País, conocida como "Els Peregrins de les Useres", en la que cada primavera, un grupo de jovenes recorre, en completo silencio, los casi 30 km que existen entre la población de les Useres y el hermitori de Sant Joan de Penyagolosa.

Prácticamente todo el primer tercio del camino atrviesa las tierras devastadas por el incendio: un mar de argilagues (Ulex parviflorus), rebrotes de bruc (Erica multiflora) y de coscoll (Quercus coccifera) tapizan el paisaje; miles de tallos muertos de enebros y sabinas apuntan al cielo, despojados de sus hojas y frutos, como esqueletos que nos recuerdan que poco antes hubo mucha vida. Un vida que poco a poco vuelve a surgir.

Pero no todo se perdió en el incendio, algunas islas de vegetación se libraron de la quema y aún hoy se muestran en su magnífico esplendor. Hablo particularmente de algunos barrancos póximos a la hermita-castillo de Sant Miquel de Torrecelles, punto de paso en la travesía y lugar de obligado descanso para los peregrinos.

Situada a unos 550 msnm. Sant Miquel culmina una pequeña atalaya rodeada por profundos barrancos. En ellos, las especiales condiciones climáticas de la zona y las particularidades del terreno crean un mosaico vegetal digno de admirar: los chopos más cercanos al cauce (Populus nigra) dan paso a fresnos (Fraxinus angustifolia), olmos (Ulmus minor), viejos robles (Quercus faginea) e inmensos pies de lentisco (Pistacia lentiscus). El boj (Buxus sempervirens) hace su aparición en los lugares más humbríos, así como el cerezo de pastor (Prunus mahaleb), el guillomo (Amelanchier ovalis) o infinidad de rosales (Rosa sp.), todo tapizado por un mantilo de hiedra salpicado por graciosos helechos de Polypodium cambricum y rusc o galzeran (Ruscus aculeatus).

Sin duda un auténtico tesoro para un aficionado a la botánica.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Sobre la variabilidad fenotípica del rebollo (Quercus pyrenaica) en la Sierra de Espadán

A la izqda. la hoja del individuo en cuestión, a la derecha, una hoja común de Q. pyrenaica

El Quercus pyrenaica (vulgarmente conocido como melojo o rebollo, según zonas) es un roble marcescente de preferencias submediterráneas (en transición entre el templado-humedo y el mediterráneo) y nétamente calcífugo. Tales necesidades ecológicas hacen que su presencia en el País Valenciano sea muy reducida, pudiendo encontrarlo tan sólo en Penyagolosa, Sinarcas y en las Sierras de Pina y Espadán. Es en ésta última zona donde pudimos encontrar, durante el transcurso de una excursión, un individuo con las hojas apenas lobuladas y de un tamaño cláramente menor que las del resto de individuos pero que a su vez mostraba un peciolo, color y pubescencia análogos. Descartando la posibilidad de que se tratara de un quejigo (Q. faginea) la explicación más sencilla al porqué de este individuo podría encontrarse en la introgresión, fenómeno muy común en el género Quercus por el cual se introducen carácteres de una especie en individuos de otra especie afín como consecuencia de cruzamientos y recombinaciones. En este caso lo más lógico sería pensar en la introgresión de Q. faginea, de ahí la disminución del tamaño foliar y la pérdida de lobulación, o incluso de Q. robur, a juzgar por la morfología de la hoja. Otros carácteres como las bellotas no pudieron ser comparados por no haberse encontrado. Si algún/a entendido/a quiere dejar un comentario o aportar un poco más de luz en el asunto se lo agradecería mucho.

viernes, 3 de septiembre de 2010

VERANO DE TRABAJO

Laguna de Peñalara (24/08/2010)

Al contrario que la mayoría de la gente, durante este verano me ha tocado currar. No como me hubiera gustado, pero al fin y al cabo he trabajado agusto, he hecho amigos y he podido descubrir innumerables paisajes desconocidos para mí hasta ahora: los inmensos pinares de Guadarrama o las dehesas de encinas y fresnos del Escorial en la Sierra de Madrid; las Tablas de Daimiel y los enigmáticos ojos del Guadiana en Ciudad Real; la subdesértica depresión del Ebro en Zaragoza; el mar de frutales de LLeida o la belleza alpina de la laguna de Peñalara, a pocos kilómetros de la sofocante Madrid.
De todo se aprende, y más si es viajando.
Bienvenidos a la nueva temporada de Valencia Forestal.


lunes, 26 de abril de 2010

VIEJOS ALUDES PIRENAICOS

Restos vegetales arrancados por un alud en el valle de Otal (Huesca, 24-4-2010)

Las enormes acumulaciones de nieve registradas este invierno en el alto pirineo han provocado un gran número de aludes: ingentes cantidades de nieve, roca y material vegetal desplazandose a gran velocidad y con gran virulencia. La consecuencia más nefasta de este fenómeno han sido las 6 víctimas mortales este invierno sólo en el pirineo oscense, y en segundo lugar el corte o destrucción de infraestructuras tales como vías de comunicación o tendidos eléctricos.

Por otro lado los aludes son capaces de realizar auténticas "cortas a hecho" en masas situadas dentro de su trayectoria. En la imagen se observan cientos de pies jóvenes de Abies alba y Pinus uncinata arrancados de cuajo a una altitud de 1600 m por un alud generado cientos de metros por encima, en el oscense valle de Otal. Estas jóvenes masas forestales situadas en canales de aludes históricos crecieron en los últimos treinta años como consecuencia de la disminución de las precipitaciones y del calentamiento global (menos precipitación y mayor porcentaje de lluvia respecto a nieve), que minimizaba las avalanchas (en número y cantidad), permitiendo el establecimiento de masas arboreas estables.

Pero este invierno ha sido como los de antes, y muchas de estas masas jovenes han acabado, literalmente, hechas "viruta" en los fondos de valle.

lunes, 12 de abril de 2010

CULTIVOS DE MONTAÑA, NECESIDAD DE CONSERVACIÓN

Cultivos de Algarrobo en Segart (Serra Calderona)
Los cultivos de montaña han sido desde tiempos ancestrales elementos propios del paisaje mediterráneo y muy concretamente del territorio valenciano. Estos elementos antrópicos creados en tiempos de mayores necesidades han ido abandonandose paulatinamente debido al éxodo rural y de lo ruinoso de la agricultura de secano, contribuyendo al aumento global de la superficie forestal de nuestro país.
Estas pequeñas parcelas (como la que aparece en un primer plano en la imagen) generan discontinuidades en general mucho más eficaces a la hora de frenar un fuego y estéticas que los propios cortafuegos, al tiempo que actúan de refugio para especies forestales tan "nuestras" como el algarrobo (en la imagen) y constituyen el hábitat para numerosas especies animales que precisan de espacios abiertos.
De las administraciones públicas depende el futuro mantenimiento de estas zonas, pues no se puede obligar al propietario a realizar un trabajo indispensable para todos si para él resulta económicamente ruinoso.

lunes, 15 de marzo de 2010

AÑO NIEVES... ¿ÁRBOLES ROTOS?

Centenares de pinos caídos cubren la Umbría del Fresnal (Buñol)

Como todos sabemos, este invierno ha sido uno de los más auténticos que se recuerdan en prácticamente toda la península ibérica y concretamente en el territotio valenciano. La gran cantidad de nieve caída ha tenido efectos muy positivos, sin lugar a dudas, pero a la vez deja algunos problemas que sería conveniente subsanar.

Como parte de la selección natural, la nieve ha tronchado o directamente tumbado aquellos pies menos resistentes o estables que ahora se amontonan en nuestros bosques, con el riesgo que genera tal cantidad de biomasa seca en un clima como el nuestro.
Como ejemplo, en la umbría de la Sierra de Malacara (Buñol) los pinos tumbados se cuentan por centenares. Esto es debido en gran parte a la mala gestión de las masas, donde malviven raquiticos pinos de 20 m de altura en los mismos marcos de plantación que tenían al ser plantados.
Se podría decir que la nieve está haciendo el trabajo que las autoridades competentes deberían haber realizado hace algún tiempo.

domingo, 28 de febrero de 2010

ALMENDROS EN FLOR

Floración del almendro en la Calderona

Aunque parezca un tanto banal esta nueva entrada, no lo es para toda aquel que se considere sensible a la belleza natural y efímera. Cuando parece que el frío invierno que estamos viviendo da sus primeros síntomas de agotamiento, los almendros de las sierras de Calderona y Espadán han aprovechado para "explotar" en una floración tan exuberante y uniforme que roza el delito el no acercarse a verlos. ¡¡Solo durará unos días, no os lo perdáis!!

jueves, 11 de febrero de 2010

AL FIN, COLEGIADO

Lugares como éste me han hecho convertirme en Ingeniero de Montes (Sierra Espadán)

Tras unos días de espera al fin he recibido el carnet del Colegio de Ingeniero de Montes, con número 5.673 que me acredita como colegiado, pues para quien no lo sepa "Es requisito indispensable para el ejercicio de las profesiones colegiadas hallarse incorporado al Colegio correspondiente. (...)" según la Ley de Colegios Profesionales (Ley 7/1997 de 14 de abril). Y es que, (aunque yo no lo supiera), la posesión del título de Ing. de Montes tiene el carácter de requisito académico necesario pero no suficiente para ejercer la profesión.
Todos los colegios profesionales visan los trabajos profesionales de sus colegiados. Es decir, se comprueba, al menos: 1) La identidad y habilitación profesional del autor del trabajo y, 2) La corrección e integridad formal de la documentación de acuerdo con la normativa aplicable.
El visado también debe garantizar además de lo anterior, que se cumplen unos determinados requisitos técnicos, por lo que constituye un mecanismo de control de calidad de los trabajos profesionales.

Pues bien, una vez cumplidos los requisitos para ejercer la profesión... ¿¿¿¿qué falta???

AH! claro, ... ¡¡¡¡trabajo!!!!! Seguiremos buscando...

sábado, 6 de febrero de 2010

EDUARDO ROJAS, NUEVO DIRECTOR DEL DEPARTAMENTO FORESTAL DE LA FAO


Como ya muchos sabréis, el Director de la escuela de Montes de Valencia y decano del Colegio de Montes de la C.V. Eduardo Rojas, ha sido nombrado nuevo director del departamento forestal de la FAO, el organismo de la ONU para la agricultura y la alimentación. Este nombramiento convierte a Eduardo en una de las mayores autoridades forestales del mundo además de cargarle con un nivel de responsabilidad asumible por muy pocos: fomentar una ordenación forestal sostenible, luchar contra el cambio climático o la proteger a la biodiversidad son sólo algunas de las tareas a las que tendrá que enfrentarse desde su nuevo puesto.

Creo que todos los que hemos tenido la suerte aprender de él no debemos sorprendernos en absoluto de la magnitud del nombramiento, pues conocemos de sobra la capacidad y el espíritu que le han hecho llegar hasta ahí.


Enhorabuena Eduardo.



lunes, 1 de febrero de 2010

GRUÑIDOS Y BALAZOS EN LA RÁPITA

El cazador seca el cuchillo ensangrentado después de degollar al animal.


El pasado domingo 31 de enero me encontraba ascendiendo al maravilloso pico de La Rápita, techo de la Sierra Espadán, cuando la tranquilidad del alcornocal se vió de súbito enturbiada por el estruendo repentino de numerosos balazos, ladridos enfurecidos y gruñidos desesperados de lo que parecía ser un jabalí acercándose hacia nuestra posición. En ese momento, en la ladera de enfrente, un cazador con un peto naranja intentaba comunicarse con nosotros con una serie de aspavientos ininteligibles. La confusión y el miedo se apoderaba de nosotros: ¿nos está queriendo decir que salgamos "por patas"? ¿corríamos peligro de ser alcanzados por una bala? ¿bajaría el jabalí herido y furioso por la senda? ¿nos atacaría en ese caso? Nos refugiamos como pudimos hasta que cesó el tiroteo, los ladridos de los perros y los gruñidos.
Al poco tiempo un joven cazador apareció tirando de una soga el cuerpo inerte y mordisqueado del jabalí que acababa de ser degollado, tiroteado y atacado por una jauría de perros (por ese orden). En ese momento, una persona como yo, que jamás ha tenido nada en contra de los cazadores, se preguntaba si no sería poco lógico liarse a tiros en medio de un lugar público, donde la gente pasea apaciblemente con sus amigos, sus hijos, sus perros... un lugar como puede ser la calle Colón o la Alameda, ¿me equivoco?. ¿¿Y si en lugar de a un jabalí los perros "enganchan" a un incauto excursionista??? ¿¿Y si los cazadores confunden un negro jabalí con un senderista haciendo sus necesidades tras una mata de brezo??? ¿¿Y si el puerco, asustado, nos embiste con sus enormes caninos?? No niego el derecho a ejercer una actividad tradicional, pero creo firmemente en el derecho a realizar una ascensión en un parque natural sin tener por ello que atravesar un tiroteo, nada más.

martes, 26 de enero de 2010

EL ALCORNOCAL DE LA CALDERONA

Alcornocal de Penyes Altes (Serra). 24 enero 2010


A tan sólo 25 km de la ciudad de Valencia existe un reducto de bosque mediterráneo de primera magnitud. El alcornocal de la Sierra Calderona, aunque de menor extensión que el de la vecina Sierra de Espadán, posee el mérito de desarrollarse bajo unas condiciones de mayor xericidad y en un entorno que resulta más "hostil" para una vegetación ya de por sí frágil (en cuánto a la gran presión humana que, por cercanía, es ejercida desde la capital).

Los alcornoques forman un bosque abierto, con presencias puntuales de encina e incluso quejigos venidos de tierras adentro. Durillos, madreselvas, madroños, jaras y brezos forman un sotobosque siempreverde que contrasta con el corcho chamuscado de los alcornoques y el rojo de la arenisca reinante.

La supervivencia de estos bosques hemos de agradecérsela en gran parte a aquellos que, como nuestro compañero Adolfo Miravet (ver enlace Espadán Corks) han gestionado lugares como éste, compatibilizando la explotación de un recurso natural y renovable como es el corcho con la conservación y mejora de un ecosistema único.

miércoles, 13 de enero de 2010

LAS TERRAZAS OLVIDADAS

Terrazas de piedra seca en la subida a Peña Rubia, en el límite occidental de la Sª Calderona

El pasado lunes 11 de enero, mientras paseaba entre los restos de la última gran nevada que pintó de blanco medio País, me acordé de estas estructuras a menudo centenarias a las que tanto debemos. Creadas en su día para ganar terreno al monte, hoy en día es éste el que avanza sobre ellas, ¿cuántas hectáreas de bosque se desarrollan hoy en día sobre estos bancales en el abrupto interior valenciano?... seguramente decenas de miles. Las terrazas, bancales o tablas juegan un papel clave: atenúan la erosión, favorecen la infiltración de agua de lluvia y escorrentía y, en definitiva, permiten un nivel de desarrollo vegetal que no sería posible sin ellas.
Indagando acerca de su origen encontré este interesante artículo publicado recientemente por arqueólogos de la Universitad de Alicante, titulado "Aproximación arqueológica al estudio de los paisajes aterrazados en el área central valenciana":
POR CIERTO!!!!: Quería agradecer al Boletín Forestal de la Comunidad Valenciana su apoyo a este blog en su último número (enero 2009), muchas gracias compañer@s!!!!

miércoles, 6 de enero de 2010

SIERRA DEL TORO

Aspecto cimero del Puntal de Peiró, 1.598 m

Acustumbrados los valencianos a visitar siempre los mismos parajes (Serra Calderona, Sierra de Gúdar, Penyagolosa...) nos olvidamos a menudo de la existencia de otros enclaves tan espectaculares como la Sierra del Toro. Esta inhóspita alineación montañosa (que se extiende desde Peñascabia hasta Javalambre) reúne entre sus atractivos: numerosas cimas de más de 1500 msnm, una nula presencia humana, singulares parajes calcáreos, importantes encinares, sabinares albares, aceredas, quejigares, pinares albares, vetustos tejos, formaciones de sabina rastrera (piel de pantera), trincheras de la guerra civil, neveras, etc, etc, etc... Sin duda un paraje para conocer, disfrutar y como no, conservar.