Las laderas del Garbí son, a una ladera vulgar, lo que un Picasso a un Velazquez
Y no sólo de piedra vive el blog! en la poca horizontalidad existente en esta vertiente (y que nos permite ascender no sin complicaciones), se desarrolla una vegetación auténticamente mediterránea y de una riquísima diversidad que el abrigo de la canal ha protegido de fuegos y sequías.
Retorcidas carrascas testigos de tiempos mejores, durillos por doquier (Viburnum tinus), madroños (Arbutus unedo), murtas (Myrtus comunis), ruscos (Ruscus aculeatus), osiris (Osyris quadripartita), brezos (Erica arborea) e incluso sorpresas como el helecho Asplenium onopteris tan común en lo alcornocales de la vecina sierra de Espadán visten la ruta.
No en vano tanta variedad de planta no iva a traerme nada bueno... El hecho de toquetear plantas como el Dictamnus hipanicus, la Ruta graveolens o el Daphne gnidium que allí se encontraban, unido al gesto de secarse el sudor de la frente me ha acabado provocando una tremenda dermatitis en la frente. Estas plantas poseen sustancias irritantes que aumentan su efecto tóxico al tener la piel húmeda y expuesta al sol... provocando irritaciones, ampollas, escozor, enrojecimiento....
Una de las posibles culpables, el "gitam" (Dictamnus hispanicus)
A pesar del gran dolor que sufro en estos momentos en los que acabo de escribir el post, recomiendo a todos los lectores a que se animen a ascender la canal del Garbí, eso sí, sin toquetear las plantas! (al menos en verano). Un saludo!